Esta carta nos habla como un espejo. Afuera señalo, observo, intento entender al otro. Lo que está afuera de mí me ayuda a conocerme más a mí mismo. La obsesión eterna del hombre por comprender la naturaleza que lo circunda. Buscar respuestas en el entorno. Interpreto mi realidad a través de mí mismo, y lo que percibo de esa realidad es con lo que me identifico. El conocimiento, la organización de ese conocimiento, como lo aplicamos en nuestra realidad, ya que esta carta tiene energía de tierra, de manifestación y materialización por lo tanto.
Tauro-2 decanato-Virgo
El goce en el detalle. Las personas que reúnen esta energía disfrutan repasando y observando en detalle cada cosa que hacen. La obsesión es disfrutar repitiendo una y otra vez un pensamiento o una acción. Esta carta nos puede indicar que una persona tiene conductas repetitivas, que la historia o el aprendizaje se repiten. Liberarnos del deseo es liberarnos de las cuerdas que nos atan a lo físico, al placer efímero de la carne. Venus y mercurio la rigen. Pensar en el deseo, darle vueltas en mi cabeza, sin soltarlo. Cortar con las conductas que son nocivas, con un pensamiento o
una acción que se repite. El mensaje es observarnos. Lo que señalo afuera es lo que habita mi interior.
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