miércoles, 13 de agosto de 2014

La inspiración como intención

Todos ponemos en todo lo que hacemos una intención.
Quise dedicar este post a contarles cuál es la mía.
Podría hacer esto con la intención de ganar dinero, o de competir con otros ceramistas... podría querer fama, o reconocimiento. Todos buscamos algo a través de lo que hacemos, vamos así construyendo la idea de nuestro ego, afirmando nuestra individualidad, nuestra diferenciación. Sentirnos diferentes o más importantes o útiles.
Les voy a contar lo que yo busco, desde mi perspectiva, obviamente, que puede ser diferente de la suya.
El fuego que mueve al mundo es el deseo, y el deseo necesita inspiración. Mi deseo es inspirar. Inspirar a que cada uno busque cuál es su lugar en el mundo y haga su parte. Despertar amor, pasión por la vida y sus múltiples formas de manifestarse. Despertar amor y respeto por la Madre Tierra, desmitificar tantos "mitos" sobre el qué y el cómo deben hacerse las cosas, cuestionar, indagar, descubrir nuevas formas.
A mi niña interna siempre le molestaron las imposiciones: "esto debe hacerse de esta forma" despertaba en mí desde muy temprana edad miles de interrogatorios... ¿cómo puede ser que no me dejen decidir por mí misma como debo hacer las cosas?, si no me dejan probar ¿cómo aprendo qué es lo mejor para mí?... la vida es un juego, y no tiene reglas, sólo fluir, como el amor, a través de la luz y de las sombras, para aprender, como el Sombrerero Loco de Alicia en el País de las maravillas, que nada tiene sentido... y que a la Reina (la Madre Naturaleza) hay que darle siempre la razón.

Quiero trasmitir mis experiencias y que otros se inspiren y busquen las suyas propias, quiero despertar a sus niños internos, para que salgan a buscar lo que siempre desearon, para que ya no se callen, ni se queden en un rincón. No soy una iluminada, todos pueden hacer lo que quieran hacer, ¡sólo tienen que quererlo con muchas fuerzas!

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