lunes, 24 de marzo de 2014

Antes y después.

Les quiero mostrar la magia.
Cuando aprendemos a observar la naturaleza está llena de magia. La ciencia ha llegado a encontrar su secreto en muchas ocasiones, y en otras siguen llegando inevitablemente a la conclusión de que no pueden explicarlo... yo creo que el sentido de la existencia no tiene otro sentido más que la experiencia en sí misma... la experiencia de las emociones, del placer o el dolor, sólo podemos experimentarlo en el plano físico, y aprender de ello. En la cerámica yo veo las emociones reflejadas. Sin juzgarlas positivas o negativas, ya que todas son válidas como experiencia y nos sirven para crecer. Claro que hay explicaciones científicas para todo este proceso. Hay explicaciones que tienen que ver con las transformaciones moleculares, las combinaciones a nivel atómico de cada uno de los componentes que conforman la pasta y el esmalte. Y la temperatura, por supuesto. Todos los elementos participan: el agua, la tierra, el aire y el fuego. Agua y tierra absorben, son pasivas o introspectivas, son el polo femenino de la naturaleza. Aire y fuego transforman, son la acción, son el polo masculino y activo, el movimiento, lo dinámico. En medio de todas estas energías, está la nuestra, como vehículo, uniendo todo el proceso. Si somos un canal conciente, sabemos que estamos influyendo en ese hacer, y somos el ingrediente alquímico. Nuestra energía, nuestras emociones y pensamientos, va a ser determinante en el resultado, por la atención que le ponemos al hacer.



Entonces, tenemos barro. Una combinación de minerales, que al pasar el "punto rojo" (pasando los 600º) tienen la propiedad de convertirse en piedra. Dependiendo de cuánto pasemos ese punto rojo, esa "piedra" va a adquirir más dureza, y más vitrificación, menos porosidad, menos fragilidad. 
Un dato llamativo del fuego y sumamente mágico es que cuando más eleva la temperatura, se aclara el color, es decir, llegando a los 700º el rojo es intenso, va tornándose naranja, que va tornándose amarillo... que llegando a los 1300º es blanco. BLANCO! sí, como la nieve... 

(Este año estoy construyendo mi horno para gres y alta (1100º y más) ♥, cuando tenga fotos se las paso)

Y así lucen las piezas, luego de su primer cocción....



Listas para la segunda fase!!! Pintamos, decoramos.... 
El esmaltado no es sólo un trabajo decorativo, sino también de protección de la pieza. Le otorgamos mayor durabilidad, las hacemos "utilizables", ya que al no estar completamente vitrificadas absorben agua y otros líquidos, que harán que el trabajo de dilatación y contracción constantes en la pieza la deterioren más rapidamente...  y además le ponemos color. ♥
Antes de entrar al horno por segunda vez, colocamos los óxidos colorantes y el vidrio para que se "derrita". Otra combinación de minerales, que se adherirán a la pieza y, como tienen un alto poder fundente no podemos colocarlos sobre la pasta cruda, porque se nos derretiría la pieza. Así lucen: 



Es muy importante que esperemos que el horno se enfríe a su tiempo, y no abramos la puerta del mismo, la podemos aflojar... pero no abrir hasta que haya descendido de los 100º, ya que las transformaciones del vidrio, la contracción-dilatación de éste sobre la pasta, si se producen abruptamente pueden arruinar las piezas. 
Voilá, aqui las bellezas que alegran cualquier mesa y reunión:





♥ pura magia y mucho amor ♥
gracias por leerme! 

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