viernes, 21 de marzo de 2014

Proceso

Si hay algo que me enseño este oficio es la paciencia, no es apto para ansiosos, asique o te adaptas a ella (la arcilla) o dedícate a otra cosa. Mi satisfacción al contacto con la tierra no me deja despegarme de ella, por lo tanto me fui adaptando a sus tiempos...
En este mundo de gente apurada, detenerse, o hacer las cosas con un ritmo mesurado, tiene poca o ninguna cabida. Desde pequeña amé crear, el tiempo y el espacio se detienen durante el proceso creativo, y la fusión con el todo que se produce en ese momento es absoluta. El hacer, el crear, "me hace a mi misma" ya que en cada encuentro creativo yo me transformo, y al modelar, siento que eso que estoy creando ya existía antes que yo lo concibiera y simplemente estoy siendo el canal para que eso se concrete.


estas fotos son del proceso de preparación de la pasta, se deja escurrir unos 10 días en esas bolsas (dependiendo de la humedad ambiental) 


Hay otro aspecto que es importantísimo a la hora de trabajar con la arcilla, sobre todo cuando lo haces de manera manual y buscas una "conexion" con el material. Es el amor. Si encaras el trabajo con miedo o con ansiedad casi nunca sale bien... puede ser que se seque la arcilla en tus manos demasiado rápido, puede que se agriete en tus manos o cuando se seque la pieza. La calidad de la arcilla en ese tipo de defectos tiene mucho que ver, pero como dice el maestro Chiti "medios adecuados en manos inadecuadas funcionan inadecuadamente, medios inadecuados en manos adecuadas funcionan adecuadamente". Muchas veces el material no es de buena calidad, pero si las manos "saben" comunicar a la pasta lo que quieren, esto funciona. La tierra siente, está viva, por eso la atención a lo que le estamos diciendo cuando la estamos tocando es esencial, y todas las personas que han tenido contacto con ella en algún momento lo saben. 


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gracias por leerme, si quieren saber más: facebook.com/KundaliniTaller

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