Estos esmaltes no los descubrí yo, soy alumna del Instituto Condorhuasi: http://www.condorhuasi.com. En este maravilloso espacio, se dedican a analizar los componentes cerámicos y a educar la sensibilidad en la cerámica, el respeto por la tierra, y la búsqueda de la autenticidad, del arte cerámico autóctono.
Estos esmaltes no se pueden industrializar, ya que tienen ciertas cualidades en su aplicación y preparación que haría que sea demasiado complejo hacerlo de manera seriada. Por esa razón son ideales para trabajarlos de manera artesanal, además de que están hechos con minerales puros, y que, al ser "crudos" logran otros efectos en los colores de los óxidos.
En lo personal, lo que más me gusta de esos colores, es que no pierden su aspecto "terroso", se ven, y se sienten naturales, no plásticos ni artificiales. Además siempre es una sorpresa!!! El color en la cerámica se "sabe" pero no se ve hasta que no sale del horno, y esta fórmula no deja de darme sorpresas, es maravillosa!!!
Quiero aprovechar también para mencionar a mi madre en este camino, Claudia, que hace también una cerámica maravillosa y que me ha enseñado tanto tanto en estos años! Acá pueden ver una parte de su trabajo (que es extensísimo ya que lleva muchos años en este oficio!)
Claudia Serniotti Ceramicas
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