El elemento madre, la materia. Lo que da forma, la vasija que contiene al espíritu y al pensamiento. Es alimento, es nutrición, es el límite de los cuerpos, lo que permite ser individuos, partes indivisas de un todo que nos mantiene unidos.
El cuerpo, la casa, el vehículo de encarnación, el contenedor de la experiencia. La dimensión física y tangible donde se manifiestan explícitamente las dimensiones sutiles de la experiencia. Causa y consecuencia de la conexion con nuestras emociones, nuestro espíritu y nuestra consciencia. Salud, enfermedad, orden y caos, escasez o abundancia. El balance o desbalance es un llamado de atención a conectar con otras dimensiones de la experiencia que nos hagan más consciente de lo que estamos manifestando en la realidad física y tangible.
¿Estoy conforme con mi realidad material? ¿Qué relación tengo con mi cuerpo, con mis rutinas? ¿Me encuentro imposibilitado de materializar mis deseos? ¿Hacia donde me conduciría la manifestación de los mismos? ¿Me aferro a lo tangible, me cuesta cambiar? ¿Qué percepción tengo de la permanencia? ¿Soy consciente de que la muerte opera en esta dimensión física? ¿Qué relación tengo con el éxito material?
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